No ascienden los mejores, sino los que mejor saben vender su trabajo

Si quieres crecer en una organización, tienes que hacer valer lo que consigues, porque si tú no lo haces, puede que alguien lo haga por ti.

Te pones las pilas, trabajas duro y confías que tu jefe se dé cuenta, pero no es así. Un compañero en una reunión de equipo lo comenta como si fuera una idea suya. Y tu jefe, que a veces parece que está en las nubes, le gusta, le pone a él como ejemplo ante el resto y tú te quedas con cara de póquer por lo ocurrido. ¿Situación atípica? En absoluto.

No es justo. El jefe no ha hecho bien su trabajo y el compañero se ha colgado una medalla que no le pertenece. De acuerdo, pero en lo que has de fijarte es en tu error. ¿Porqué no lo has comentado tu?

Muchas trabajadores se resisten a hablar de sus éxitos por pudor, por humildad o porque consideran que es el jefe quien ha de saberlo. Pero tenemos que tener en cuenta, que las organizaciones no son perfectas y muchas veces no ascienden los mejores, sino los que mejor han sabido vender su trabajo. Y como siempre, podemos pelearnos por lo que debería ser o bien podemos aceptar la evidencia y actuar desde un punto de vista práctico. Con lo cual, si precisas de reconocimiento o dar un salto en tu carrera profesional, vale la pena aprender a poner en valor lo que haces aunque te cueste.

No te preocupes, desde Trabajos.com te enseñaremos:


 

Eres tú el único que puede hacer que tu trabajo se valore

A casi todo el mundo le gusta ese reconocimiento que nos hace sentir importantes. Algunos lo disimulan más y hay quien se le ve desde lejos. Sin embargo, lo que sí es común es que nos molesta que alguien se atribuya méritos que son nuestros.

Por ello, en la agenda de tareas también necesitas incluir el dedicar tiempo para comentar lo que estás haciendo. Ésto no significa colgarse medallas de oro y diamantes, sino en reuniones con jefe o con otras áreas, hablar de los proyectos, del posible esfuerzo que te está suponiendo o de lo que estás consiguiendo. No esperes a ser valorado, porque puede que nunca ocurra ni se den cuenta. ¡Hazte denotar!

 

Comparte el mérito 

Cuando decimos hacer valer el trabajo no significa caer en el “yo, yo y solo yo”. Los grandes logros requieren colaboración y trabajo en equipo. Por ello, cuando hables de tu trabajo, incluye y reconoce también a las personas que te están ayudando. Al igual que es poco recomendable pasar desapercibido, es de personas desagradecidas no valorar a quienes colaboran contigo. Cosa que puede inducir a que no te presten su ayuda en futuros proyectos.

 

Sé sincero, no exageres

Cuando se piensa en hablar de los méritos, tenemos miedo del qué dirán. Este temor, por cierto, muy latino. En la cultura estadounidense no se “cortan” en absoluto y son capaces de venderse a sí mismos en cualquier situación. Pero a nosotros nos cuesta. Por ello, has de encontrar tu estilo sin caer en exageraciones, que no encajarían en nuestra forma de ser. Tampoco hay que atribuirse méritos que no te corresponden. Habla con sinceridad y con humildad.

 

No ocultes tus medallas

Y por último, el pudor excesivo nos impide aceptar los reconocimientos, aunque sean muy deseados. Los comentarios del tipo “no, si no importa… no es nada… no vale la pena…” ocultan muchas veces una falsa modestia o un matiz cultural. Si te nacen, de acuerdo, no pasa nada, pero no te excedas. Por agradar al otro no caigas en la tentación de desmontar tu propio esfuerzo. Por ello, ante un reconocimiento, reconoce también a quien te ha ayudado y aguanta el tipo sin ocultar la medallita que tienes pegada en el pecho.