Los accidentes laborales han ido aumentando en los últimos años, siendo aquellas lesiones tanto físicas como psíquicas que sufre el trabajador por consecuencia del trabajo que realiza. Pueden ser causados por condiciones peligrosas de las actividades a realizar, por enfermedades previas que se pueden agravar en consecuencia a las actividades realizadas o por acciones inseguras del propio trabajador, las cuales serían negligencias. Para ello, una buena cultura preventiva es fundamental cuando hablamos de accidentes de trabajo.

Cuando hablamos de accidentes laborales siempre nos vienen a la cabeza los accidentes relacionados con talleres con maquinaria, construcción…etc, pero las oficinas y otros espacios de trabajo tampoco se libran de los accidentes de trabajo.

Es verdad que los accidentes más graves, incluso mortales, ocurren en el sector de la industria y construcción, ya que el uso de la maquinaria pesada y peligrosa puede provocar aplastamientos, quemaduras, caídas… Este tipo de accidentes suelen tener los peores desenlaces, como pueden ser amputaciones, quemaduras graves, incluso la muerte. También hay riesgo de accidentes más leves por el uso de herramientas diferentes que provocan cortes, heridas y golpes.

Tal y como hemos mencionado, no porque trabajemos sentados en una oficina no nos libramos de accidentes. Podemos sufrir resbalones, tropiezos y caídas, cortes por el uso de utensilios cortantes o incluso accidentes provocados por el contacto con la instalación eléctrica.

Las lesiones musculares y sobresfuerzos también son muy comunes. Este tipo de lesiones son causadas por posturas inadecuadas, la manipulación de objetos pesados inadecuados, que pueden causar dolores de espalda. Por último el estrés, la fatiga, la ansiedad, también se consideran accidentes laborales, ya que lamentablemente ha aumentado el número de bajas por estas causas.

Como en muchos ámbitos de la vida más vale prevenir que curar, por lo que tener un buen plan de prevención es muy importante. Antes de nada, hay que darle la importancia que tiene y tener claro que el dinero invertido en la prevención, no es un dinero perdido. Una buena formación sobre los riesgos laborales a los empleados de cada sector, previamente analizado, reducirá los accidentes. Un buen uso del material preventivo, concienciar a los trabajadores de la importancia de ello, posturas adecuadas en movimientos vitales de las actividades a realizar, son entre otros muchos los ejemplos de cómo reducir los accidentes laborales en las empresas.

 

Equipo de Trabajos.com